Una tarde de verano de 2004 mi mujer, Clara, que trabaja en la Academia del cine español, me pidió que la acompañara al pase de la película Mar Adentro, en exclusiva para los miembros de la Academia. Al salir de la lacrimógena proyección, una vez en la calle, me crucé de cara con Alejandro Amenábar y Javier Bardem y tuve la intuición de que aquella noche aparecerían por el Pipa Club.
Hacia las diez de la noche recibí una llamada de Martín, el encargado del Pipa. Me dijo que iba a venir Charly García, el mejor bluesman argentino de todos los tiempos, y me comentó que le reservaría la sala Borkum, a lo que le contesté que no podía ser porque Bardem y Amenábar también vendrían y que como poco se la tendrían que repartir. Iba de farol pero no fallé: después de cenar se presentaron todos a la vez, como pasa siempre en hostelería. La expectación era máxima, las fans de Bardem me proponían de todo con tal que las dejara entrar a la sala privada. Freddy, nuestro mediático pincha, había corrido la voz y a la puerta del Pipa, que estaba a tope como de costumbre, llegaban todos los sudacas pijos que no nos visitaban nunca. Martín los castigaba con una cínica sonrisa en los labios sin dejarlos entrar.
Recuerdo que Bardem me preguntó qué me había parecido la película y le contesté que eran unos maestros de la manipulación porque tenía sobrados motivos para llorar y no lo hacía nunca, en cambio Sampedro me había hecho llorar con suma facilidad. Entre los artistas estaba Clara Segura que interpretaba en la película a Gené, una impagable embarazada. La conocía porque había actuado muchas veces junto a Bruno Oro en el bar que regentaba al lado del Borne, el café Fussina. Recuerdo que me preguntó, estoy entre los mas grandes, ¿Que haré ahora yo? Lo que te dé la gana – contesté-, podrás escoger los guiones que más te gusten sin rebajarte. De hecho su carrera no ha hecho más que crecer y crecer.
A las cuatro de la madrugada un Charly García drogado y deprimido expresó su voluntad de tocar en directo, se lo comenté a Bardem y dijo ¡Pues habrá que verlo! Interpretó cuatro o cinco temas memorables, y así fue como cristalizó una de las noches más extraordinarias que ha vivido y sobretodo sentido el Barcelona Pipa Club
Ya soy mayor pero estas cosas ya no pasan en los bares, o casi, porque no hace demasiados años vinieron a l'Ascensor Sisa i Roger Mas, que nos deleitaron a dúo con una fantástica versión del Setè cel a pelo. Sencillamente impresionante, una de esas cosas que no se pagan con dinero.
