Cocteleros y camareros

Ángel Juez

Es más fácil hacer un buen coctelero de un buen camarero que al revés. Consulté esta idea con un colega de muchos años que empezó de camarero nocturno y está considerado uno de los mejores cocteleros veteranos del momento, respetado por todos. Recuerdo cuando nos conocimos en una gran discoteca-sala de conciertos que era el único capaz de cambiar un barril en una barra en la que conté a cuatro camareros teóricamente profesionales. Pues bien, me dio la razón sin más aunque matizó que no se puede generalizar, que a lo largo de los años se había encontrado de todo, en sala me dijo, tu razonamiento es más que evidente y yo pensé, ¿Dónde está la diferencia? Observé varias que paso a exponer:

1 – Los cocteleros se consideran muy superiores, se sienten capaces de hacer consumir más y mejor a los clientes y de hecho lo hacen pero a menudo descuidan el resto del servicio y tanto clientes como compañeros acaban mosqueados, en definitiva necesitan un runner detrás para hacer bien su trabajo, dos por uno, como no factures la hostia estás perdido.

2 – La mayoría de los cocteleros han estudiado cursos de bartenders y hay trabajos mas o menos sucios que creen que no son de su condición, además ellos no han venido al mundo a servir cervezas ni coca-colas y mucho menos a cargar neveras o lavar vasos, por no hablar de la limpieza o de la seguridad, recuerdo a uno, extremadamente bueno a quien le entró un colgado, yonqui y tatuado hasta las cejas, era un domingo por la noche, cliente único y le atendió, cuando llegué tuve que sacarle las castañas del fuego y al restablecer la situación me dijo: Es que yo en Ucrania trabajaba siempre con un segurata en la puerta, lo que faltaba pensé, un segurata y un sólo cliente... la ruina.

3- Ese saber cuales son las necesidades del bar en cada momento, esa lectura de la situación al instante, esa capacidad de solventar problemas sobre la marcha no la tienen los cocteleros aunque hay que reconocer que el tema de la hospitalidad lo tienen bien pillado, son educados y buenos receptores en general pero poco carismáticos, no soportan a pesar de sus carencias que les dejes en segunda fila sólo para coctelear, son sumamente celosos y tienen un ego súper sónico muy alejado de la realidad, esto provoca peleas constantes entre compañeros y falta de atención al cliente.

4- Los cocteleros en sala acostumbran a ser como un pulpo en un garaje, están acostumbrados a que les invadan en barra, cuando tienen que invadir ellos no saben cómo hacerlo.

Por todo esto y alguna cosa más que seguro que se me escapa he llegado a la conclusión que es poco menos que imposible hacer un buen camarero de un coctelero, más vale ni intentarlo, los cocteleros buscan la notoriedad de los chefs. Es cierto que la coctelería es la cocina de los bares de noche y en buena parte son coincidentes pero nunca alcanzaran su complejidad y eso que intentarlo lo intentan, la gran cantidad de concursos a los que tienen la posibilidad de presentarse así lo certifica.

El mal trato dado por las autoridades al ocio nocturno durante la pandemia ha provocado un éxodo importante de cocteleros a sus países de origen o a zonas templadas de la costa buscando un futuro mas halagüeño. La cosa está jodida para ellos... de momento.

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